Los rostros de la

paz silenciosa

En un país de heridas abiertas, donde la guerra ha dejado marcas imborrables en la sociedad, muchos ciudadanos han decidido unir sus manos para tejer sueños comunes y salir adelante pese a las adversidades.

Durante varios días, este equipo periodístico se sumergió en el Nudo de Paramillo, una zona que durante décadas fue de las más peligrosas del país, para hurgar y visibilizar las historias de personas que con su trabajo se han convertido en un escudo que repele la violencia y el dinero fácil.

Son mujeres y hombres que con perseverancia han construido modelos productivos dignos de réplica en otras regiones del país. Sus sonrisas, sinceras y esperanzadoras, reflejan que con lo que hacen también están construyendo paz, una paz silenciosa.

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Decenas de familias de El Bagre y el Bajo Cauca Antioqueño le apuestan a la apicultura como su fuente de sustento, en una zona azotada por la violencia de distintos actores y devastada por la deforestación y la minería legal e ilegal.

Pese a las huellas de la violencia y el desplazamiento, cientos de familias de Tierradentro, sur de Córdoba, buscan prosperar cambiando los cultivos ilícitos por plátano y cacao de alta calidad.

En Ituango, un grupo de mujeres cabeza de hogar construyó un proyecto que hoy cuenta con tres líneas de negocio que dan sustento a varias familias. Su historia es sinónimo de perseverancia y de valentía en medio de una región que ha estado marcada por la violencia durante décadas.

Cientos de familias del norte de Antioquia y el sur de Córdoba hicieron una inversión a largo plazo y sembraron caucho en sus tierras. Hoy, varios años después, cosechan los beneficios de un cultivo que exige de paciencia, en una región acostumbrada al dinero rápido.

Al sur de Córdoba, la comunidad se organizó para vigilar la inversión de los recursos públicos destinados al desarrollo de las carreteras terciarias de la región. Además de sus ojos críticos, han puesto sus manos para trabajar en las vías que los conectarán con el país.

En Valencia, municipio del departamento de Córdoba, sus habitantes decidieron unirse en pequeños grupos para ahorrar y cumplir sus sueños. Un proyecto a través del cual le han hecho el quite a la usura de modelos como el ‘gota a gota’ o ‘pagadiario’.